sábado, 20 de junio de 2009

Beneficios del gateo




Gatear es un escalón importante hacia la dependencia, pues ahora el bebé ya no necesita ser transportado sino que se vale por si mismo para llegar a donde desea, incluso para encontrar a sus padres cuando les pierde de vista. Esto fortalece su autoestima.

El gateo ayuda al bebé a ejercitar y perfeccionar la visión. El bebé debe aprender a “fijarse por donde camina” para no chocar con los objetos, algo que no necesita cuando se le transporta. Aprende, a través del gateo, a enfocare ambos ojos para ver una sola imagen. Además, al tener que ver su camino entrena su visión para enfocar a una distancia de 30-40 cm aproximadamente, la misma distancia a la que deberá colocar el libro cuando empiece a leer y escribir.

Gatear implica avanzar en patrón cruzado (brazo derecho y pierna izquierda para avanzar y brazo izquierdo y pierna derecha para apoyarse y viceversa), lo cual a la vez ejercita la coordinación entre el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho del cerebro. Al existir esta coordinación entre los hemisferios también se logra la coordinación de ambos ojos, oídos, manos, pies y en general del lado izquierdo y el lado derecho para realizar actividades como caminar, correr o saltar posteriormente.

La estimulación del sentido del tacto envía muchísima información al cerebro cuando el bebé pasa por diferentes texturas como la alfombra, el piso, la madera, la grama o el cemento. Además, puede sentir distintas temperaturas, como cuando el solo se proyecta por una ventana y calienta una porción del piso por donde está gateando el bebé.


¿Por qué le viene bien gatear al bebé?

• El niño fortalece los músculos y las articulaciones de brazos, piernas, cuello y espalda.

• La estimulación táctil que recibe mejora su capacidad de coordinación y equilibrio; le ayuda a comprender conceptos de distancia y espacio y le permite satisfacer su curiosidad y ganas de aprender.

• Aumenta su autonomía, ya que comienza a tomar sus primeras decisiones: “¿voy a la cocina o al salón?”, “¿me paro a jugar con este peluche o sigo a mamá?”.


¿Por qué hay niños que gatean y otros que no?

Principalmente porque no todos los niños se desarrollan igual. Normalmente se sientan a los seis meses, empiezan a gatear a los ocho y a caminar al año. Pero hay niños que por otras razones tales como sobrepeso, bajo tono muscular, genética familiar o menor estimulación ambiental (no son puestos boca abajo para jugar), no desarrollan el suficiente control postural para llegar por sí solos a colocarse en cuatro pies, y por lo tanto retrasan la posibilidad de desplazarse en esta posición. El paso previo a gatear es el arrastre. Si un niño no gatea, tal vez pueda arrastrarse e incorporarse a la posición de pie, para luego caminar. Incluso hay casos en que los niños gatean después de haber aprendido a caminar.

¿Qué beneficios concretos tiene el gateo?

La importancia del gateo es que es una etapa de exploración. Es lo que permite a un niño conocer el medio, los conceptos de espacio (cerca-lejos, arriba-abajo, grande- chico), los limites físicos, la velocidad. Permite además formar los arcos de la mano (lo que en el futuro permitirá el uso de la pinza fina), favorece la disociación de movimientos en el tronco, lo que posteriormente será utilizado al caminar. Les da seguridad y confianza en sus posibilidades de exploración.


Es común escuchar que algunos niños no gatearon o que apenas lo hicieron. En muchos casos, se debe a la falta de tiempo de los padres para una adecuada estimulación y por lo general el niño va directamente al andador. Sin embargo, los padres deben tomar conciencia de que el gateo conlleva muchos beneficios en la vida futura de su hijo.

Es importante que los padres tomen conciencia de la importancia de que su niño gatee, ya que este hecho será determinante en muchos aspectos. Sin embargo, el que sus hijos lleguen a gatear en muchas ocasiones pasa inadvertido para algunos padres. De hecho, no se le da la suficiente importancia al gateo, antecedente inmediato a los primeros pasos de un niño. Se debe tomar en cuenta que el gateo es básico para desarrollar correctamente el cerebro. Se ha comprobado que gatear desarrolla la visión, el habla, el equilibrio, la manualidad, la coordinación, y la orientación, además de otras funciones.


El gateo cobra importancia porque desarrolla el movimiento grueso o desplazamiento con el cuerpo y el movimiento fino o manualidad, la orientación y discriminación espacial de fuentes acústicas y la futura capacidad de escritura. El gateo además otorga estabilidad en la cintura y hombros. Otro factor por el que se debe fomentar el gateo es la reacción de protección que otorga. Los niños que no gatearon tienden a caer de cara porque no utilizan las manos como medio de protección. Por otro lado, cuando el menor comienza a gatear es el primer paso a la independencia porque ya no depende tanto de la madre para moverse.

Aunque no se crea, el gateo también influirá en diferentes subsistemas del movimiento que componen otros mucho más complejos como andar, correr, jugar al futbol, etc. Por lo tanto, si el gateo se desarrolla correctamente se favorecen las conexiones futuras entre los dos hemisferios cerebrales. De estas conexiones depende el correcto desarrollo de funciones cognitivas y de movimiento más complejas. Por ello, es trascendental estimular el gateo.


El gateo y el desarrollo del cerebro

• El gateo crea rutas de información neurológicas entre los dos hemisferios, es decir, facilita el paso rápido de información esencial de un hemisferio a otro. Estas rutas creadas no sólo sirven para sentar las bases de las funciones superiores de movimiento, sino que son precursoras de conexiones que servirán para crear otras entre los dos hemisferios y que son trascendentales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas.


El gateo y la coordinación

• El gateo implica que el brazo derecho vaya sincronizado con el pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho. A esto se llama patrón cruzado, ya que dos ejes se cruzan. Mediante el apoyo en equilibrio sobre estas dos extremidades opuestas, el ser humano puede desplazarse. Este movimiento comprende el eje de las caderas y de los hombros. Las articulaciones se mueven en rotaciones contrarias entre sí al avanzar gateando y crean una torsión relativa de la columna en cada sentido en función del eje actuante. Dicha torsión posiciona correctamente y sin sufrir presiones extrañas se tonifica adecuadamente los músculos, que más adelante permitirán que el niño mantenga la columna perfectamente erecta cuando esté maduro para caminar.


El gateo, el niño, el mundo y su medio

• La distancia que existe entre los ojos y la alma de la mano al gatear se convierte en una medida fundamental. Con esa nueva medida corporal, el niño mide el mundo que lo rodea y se adapta más eficientemente al medio porque lo mide constantemente y va retomando información espacial ordenada.


Establece la futura lateralización

• En el nivel de desarrollo posterior al gateo comienzan los primeros procesos corticales (de la corteza) de la lateralización. Con él, uno de los hemisferios se convierte en dominante y el otro en servidor, para no tener que operar con ambos a la vez. Al conectar los dos hemisferios gracias al gateo se facilita acudir más rápidamente a funciones más complejas que requieren de ambos hemisferios.


Ayuda a poder escribir en el futuro

• Mediante el gateo se desarrolla la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir. Por tanto, favorece decisivamente la aparición temprana de ambas funciones –leer y escribir- con los beneficios adicionales que ello conlleva intelectualmente.


Gatear es un proceso que se desarrolla gradualmente desde que el bebé logra sostener su cabeza hasta que aprende a sentarse y a cambiar de esa posición a una cuatro patas. No todos los bebés gatean en cuatro patas, otros prefieren arrastrarse con ayuda de sus manos. Incluso existen bebés que omiten la etapa del gateo y pasan a caminar; lo importante es que cuenten con la posibilidad de desplazarse y ejercitar sus músculos sin ningún inconveniente.


Entre los múltiples beneficios de gatear se encuentran:

Tonificación de hombros, brazos y tercio superior.

Se desarrolla fuerza, coordinación y habilidad de muñecas, manos y dedos.

La coordinación de los dos lados del cerebro, hemisferio izquierdo y derecho, integra el sistema motor y todos los sentidos.

Se aprende a mantener las piernas juntas, fundamental a la hora de caminar.

Gracias a que el peso se desplaza hacia los hombros se desarrolla habilidad en la futura escritura.

Aumenta la autonomía y la independencia del bebé. Así mismo éste comprende conceptos de distancia y espacio.

Por qué gateo???

♂♀Es especial para nuestra sufrida columna, avasallada por la fuerza de la gravedad durante toda nuestra existencia, en su lucha por mantenernos erguidos.

♂♀Mejora la elasticidad de tobillos y manos.

♂♀Tonifica y aumenta la resistencia cardiovascular, pudiendo obtener beneficios cardiocirculatorios y respiratorios si se realiza un ejercicio adecuado.

♂♀Por la posición del cerebro se beneficia de un aumento de riego sanguíneo, y estabiliza la tensión arterial, este aumento se traduce por tanto en calidad de riego en ojo, oído.
Proporciona claridad mental, bienestar físico, y mental, sin riegos para las lesiones típicas deportivas. Aunque no está exenta de ellas si lo llevamos al ámbito de la competición.

Importancia del gateo

El gateo es un desplazamiento cuadrúpedo de un ser bípedo, es el primer movimiento, junto con el rastreo, que realiza el ser humano en su etapa de bebé, con la finalidad exclusiva de supervivencia instintiva a través del desplazamiento.

Podríamos denominar a esta, una fase previa de entrenamiento para lo que posteriormente será nuestra condición de bípedos, para diferenciarnos de otras especies además de la inteligencia y raciocinio claro.

El bebé en esta etapa, a través del gateo, se ve obligado a erguir la cabeza, para poder ver y otear, con lo que estimula y ejercita la musculatura para-vertebral, cervical, cinturas escapular y pélvica, regulando el esfuerzo para cubrir la distancia, estimula su vista ya que necesita fijarla en un objetivo y no perderlo.

Además se experimentan nuevas sensaciones como el aumento de los latidos cardiacos por efecto del ejercicio, sudoración, termorregulación.